DISTINTAS HIPÓTESIS SOBRE LAS DIFERENCIAS ABISMALES ENTRE PAÍSES RICOS Y POBRES

¿Qué determina que un país sea rico o pobre? ¿Cómo puede explicarse que con las mismas condiciones en algunos países haya hambre y en otros no?

A partir de estas cuestiones vamos a ir desarrollando una serie de hipótesis que surgen pero que están bastante alejadas de lo que ocurre realmente.

Muchos sociólogos y economistas plantearon la hipótesis de la geografía, es decir, que aquellos países que considerados ricos lo eran debido a su situación geográfica. Pero hemos comprobado que es toda una equivocación. Los habitantes de los climas tropicales (climas bastante buenos para la producción agrícola) tendían a ser holgazanes y vagos, y no aprovechaban los recursos naturales que ofrecía la tierra; por lo tanto, no trabajaban y tampoco había incentivos para innovar. Además, estos holgazanes siempre estaban gobernados por déspotas que no conducían al desarrollo económico. A partir de esto podemos observar que no existe ninguna relación entre el éxito económico y la ubicación tropical. La gran desigualdad del mundo moderno que apareció en el siglo XIX fue debida a la desigual distribución de las tecnologías industriales y la producción manufacturera, no a la divergencia en los resultados agrícolas.

¿La hipótesis de la cultura es útil para comprender la desigualdad del mundo? Sí, en el sentido de que las normas sociales, que están relacionadas con la cultura, importan y pueden ser difíciles de cambiar. Pero, en gran medida, no, porque los aspectos de la cultura que suelen destacar no son importantes para comprender cómo llegamos aquí y por qué persisten las desigualdades en el mundo.

La última teoría popular para explicar por qué algunos países son pobres y otros son ricos es la hipótesis de la ignorancia. La hipótesis de la ignorancia afirma que los países que son pobres lo son porque tienen muchos fallos de mercado y porque los economistas y los diseñadores de políticas no saben como eliminarlos y han hecho caso de consejos equivocados. Culpar de la disparidad a la ignorancia de los líderes de países como EEUU y México es, en el mejor de los casos, altamente inverosímil. La hipótesis de la ignorancia difiere de la hipótesis de la geografía y la cultura en que aporta una sugerencia fácil sobre cómo resolver el problema de la pobreza. Estos fallos de mercado no se deben a la ignorancia de los políticos, sino a los incentivos y límites a los que se enfrentan desde las instituciones políticas y económicas de sus sociedades.

En definitiva, las instituciones políticas determinan las instituciones económicas, y a través de éstas, los incentivos económicos y el alcance del desarrollo económico. Por lo tanto, lo que determina la pobreza o la riqueza de un país no es ni la situación geográfica, ni la cultura ni mucho menos la ignorancia, sino como las instituciones políticas gobiernan y conducen al desarrollo económico, ofreciendo incentivos para que la gente trabaje e innove.

Bibliografía: Por qué fracasan los países, Daron Acemoglu y James A. Robinson.



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